El fresco aire inundaba sus pulmones. Los cerezos saludaban con
sus copas al naciente sol típico de una mañana de otoño. Los sueños de la noche
cesaban y dejaban paso al fatigado cuerpo que con constancia se ejercitaba. No estaba
sola, sus amigas y Shaoran la acompañaban en la tarea.
-¡Uno,
dos, patatas y arroz!- gritaba Primera siguiendo el ritmo de la carrera, al
tiempo que lideraba el grupo.
-¡Tres,
cuatro, nos falta un rato!- decían las demás agotadas.
-¡Vamos
chicas con más entusiasmo!- Primera se había girado sonriente.
Sakura aminoró el paso con la intención de alcanzar a Shaoran
quien iba a paso ligero cerrando la fila. Saliéndose así, de la estricta cola
que la Diva del pop había organizado. Una vez ambos a la misma altura se
sonrieron.
-¿Ya
te has cansado?- preguntó el muchacho con cariño.
-No,
pero ahora que lo dices…si quiero hacer una paradita.
Con disimulo, la pareja se escabulló, escondiéndose entre los
arbustos. Con total éxito, salieron de entre las lilas y caminaron en dirección
contraria.
-¡Qué
divertido!- decía la chica con alegría mientras seguían huyendo del grupo con
las manos unidas.
-¡Venga
date prisa o nos van a pillar!- Shaoran tiraba de ella para que aligerara el
paso.
-¡A
estas alturas seguro que se han dado ya cuenta!- sonreía la joven imaginando la
cara de Primera al contemplar que ellos faltaban.
Agotados por el sprint, decidieron sentarse bajo la sombra de un
cerezo. Las vistas de aquella parte del campus eran diferentes. A lo lejos se
podía contemplar la carretera que llegaba hasta la universidad, a la derecha
estaban las pistas de atletismo, baloncesto, tenis y la piscina climatizada,
que componían el ala midori (verde en japonés), y a la izquierda lo único que
alcanzaba la vista eran más jardines.
-¿No
crees que Primera se lo está tomando demasiado enserio?- preguntó dulcemente
Sakura apoyada en el pecho de Shaoran.
-Hay
que acatar las órdenes de Kurogane, su nota depende de nosotros, en parte- pasó
el brazo por los hombros de ella abrazándola con delicadeza.
-Esto…Shaoran-
la mirada de la joven se quedaba enterrada en sus rodillas.
-¿Si?-
quiso saber él con verdadero interés.
-El
colgante…- insinuó jugueteando con el objeto- …quiero decir, cuando me lo
regalaste…quería saber si era…- Sakura estaba colorada y no era capaz de
terminar la frase.
-¿Era?-
le insistía Shaoran con paciencia.
Cerca de su posición sonó un silbato que interrumpió a la chica en
su intento. Del sobresalto se levantaron para ir en dirección del sonido.
Procedía de las pistas donde los alumnos de educación física se
preparaban y a la vez los de mayor curso, preparaban a otros mediante
prácticas. Llegando a la altura de la pista de atletismo, descubrieron a Tomoyo
dirigiendo el calentamiento de los alumnos de tercero de carrera.
-¡¡Vamos
pandilla de holgazanes!! ¡¡Los he visto más rápidos!!- uno de los muchos
alumnos que corrían a través de la pista se detuvo a contemplar a la chica,
mientras otro le silbaba- ¡Oh, que aduladores sois!- se sonrojó ella- ¡¡¡Por distraeros,
daréis 20 más a la pista!!!
La pareja intercambió una mirada de incertidumbre. Al poco llegó
el pequeño grupo liderado por Primera.
-¡¿Con
que aquí estabais?!- gritó la diva.
-Tomoyo,
¿qué estás haciendo?- preguntó Chii olvidando a su prima y a su amiga.
-Estoy
sustituyendo a Kurogane- se volvió dándoles la espalda y con una mirada tierna
prosiguió- Está enfermo y hay que mimarlo.
Primera que tras haber visualizado a la pareja se había dedicado a
regañar a Sakura prosiguió.
-¡Sakura,
sabes qué sino te pones en forma Kurogane no aprobará el curso!
-¡La
verdad Primera que no pretendía…!- fue interrumpida por Tomoyo quien había
escuchado la regañina.
-Kurogane
no se merece un suspenso- la cara de su amiga le pareció de lo más espeluznante.
-¡Claro
que no! ¡Claro que no! Solo me detuve a coger un poco de aire ¡Nada más!
-Eso
espero- y volvió a centrar la mirada en la clase que daba vueltas a la pista
quienes adularon al recién llegado grupo de chicas- ¡¡He dicho que nada de
distracciones!! ¡Ahora gracias a vuestros compañeros daréis 50 vueltas más!- la
clase se quejó- ¡¡¡Sumadle 100 abdominales!!! ¡¡Y como vea que no se hace todo
os mandaré 70 sentadillas!!
Un escalofrío recorrió la espalda de sus amigos.
-¡Creo
que mejor no vamos!- comentó Hikari sabedora de lo que era capaz de hacer su
gemela con aquel estado de humor que se turnaba en el mal carácter de Kurogane,
ya que iba vestida como él iría.
* * *
De vuelta a la residencia, Chii.
-Oye,
Shaoran ¿Por qué la universidad se llama TAU?- preguntaba inocentemente la
chica sin comprender.
-Es
muy sencillo, Chii. Las siglas son: T de Tsuki, A de Akai y U de University.
-¿Qué
significa?
-Universidad
de la Luna Roja- contestó su prima- aunque no tengo muy claro de porque ese
nombre…
-Verás-
volvió a hablar Shaoran en tono calmado- si te has fijado el campus tiene forma
circular, los edificios son blancos, cuyos tejados son de teja de arcilla, y en
los jardines abundan los cerezos y las lilas. A simple vista no se podría ver,
pero si lo miráramos desde arriba, parecería que contemplamos una recreación de
la luna con un ligero tono rosado.
-¡Ah!
Ya lo he comprendido, ¿y tú prima?- Sakura se volvió en busca de la aludida. Lo
único que encontró fue un hueco vacío donde deberían de estar todas las demás-
Shaoran, volviendo a la conversación de antes…era signo de que…
*
* *
En la habitación de los de cuarto, Kurogane estaba tendido en la
cama, tapado hasta las cejas. Unos nudillos rápidos sonaron a través de la
puerta.
-Pasa
la puerta está abierta- la voz de Kurogane sonó acompañada de una tos seca.
By Sakurita |
-¡Pobre
Kuroenfermito! ¡Qué mala pinta tienes!- dijo Fye irrumpiendo en la habitación
disfrazado de médico.
-Fye
no estoy de humor para aguantar tus tonterías- se dio la vuelta en la cama.
-Kurorín,
Fye dice la verdad. Mokona también cree que estas muy malito- le dio un beso
típico de Mokona- ¡Pero no te preocupes que el doctor Fye y la enfermera Mokona
te van a cuidar!
-Eso
es lo que me preocupa, pero si no hay más remedio- concluyó el enfermo sin
ganas de discutir.
El doctor y su enfermera se pusieron malos a la obra.
-¡Enfermera,
pásame el termómetro!
-¡Sí,
doctor!- Mokona sacó del interior de su barriga un botiquín, lo abrió y
depositó el objeto que su amigo le pedía.
-¡39!
¡Qué chungo! ¡Ay que bajar esa temperatura corporal como sea!- acto seguido y sin
previo aviso destapó al enfermo. Este lo sacudió un escalofrío.
-¡No
se supone que debe ser gradual!- se quejó Kurogane.
-¡Pero
bueno, aquí quien es el médico!- dijo Mokona.
-¡Mokona
una linterna y un palito de madera!- la criaturita miró en el botiquín.
-No
tenemos palito de madera, Fye.
-Bueno
pues tendremos que improvisar- el vampiro sacó una de sus largas uñas.
-¡No
pensarás usar eso!
-¡Vamos
Kuropón, di AAA!- y la utilizó para observar la garganta de su paciente- Pásame
una jeringuilla.
-¡A
la orden Fye!
-¡Para
qué quieres una jeringuilla!- saltó Kurogane de la cama antes de que se la
clavara en el brazo.
-¡Para
comprobar que la sangre no sea infectado con tu resfriado! ¡Que es mi comida!
-¡¿Cómo
no quieres que se haya infectado, si es parte de mi, pedazo de merluzo?!- dijo
tras arrebatarle la jeringuilla y perseguirlo por la habitación.
Tras un brote de tos, el pobre Kurogane paró la persecución, y
agotado con la ayuda de su amigo se acostó de nuevo en la cama.
-¡No
te preocupes, Kurorín! ¡Con un poco de reposo volverás a ser todo un machote!
-¡Kurorín
machote! ¡Kurorín machote!- repitió Mokona.
-De
todos modos, Mokona se quedará aquí para vigilarte mientras yo voy a cuidar a
otro de mis pacientes.
-A
otro de tus pacientes- dijo Kurogane sin comprender.
-¡¿Cómo
piensas si no que conozco a toda la gente de por aquí?!- salió entre risas.
-Este
Fye nunca cambiará.
-¿Se
puede?- Sakura, Chii, Hikari, Shaoran y Ryhuo estaban en la puerta esperando la
aprobación del enfermo.
-Sí,
sí- lo acompañó con la mano- hoy nada de descansar- se resignó.
-Habíamos
pensado en llegarnos a verte y traerte un detalle- Sakura le depositó un ramo de
flores azules encima.
-No
teníais por que traer nada- al oler las flores estornudó.
-Son
tulipanes rojos- argumentó Hikari.
-¿Y
por qué son azules?- preguntó Mokona mirando las flores.
-A
Chii le pareció buena idea darles un toque diferente- comentó Shaoran encogiendo
los hombros.
-¡Y
ha tenido una idea maravillosa!- alardeó Ryhuo.
-Es
que son más divertidos en color azul.
-¡¿Tulipanes!?-
cayó en la cuenta Kurogane- ¡¡Quítamelos!! ¡¡Quítamelos!!- el joven saltó de la
cama como si hubiera visto la encarnación del mal en aquellas flores- ¡Oh, no! Ya
empieza ¡Mokona llama a alguien!
…Cinco minutos después…
-¡Ay,
Kuropatoso! ¡No puedes quedarte reposando como todos hacen!- Fye le ponía un vendaje
por todo el cuerpo con un mejunje mal oliente para bajar la inflamación a causa
de la terrible alergia que el paciente tenia a los tulipanes.
By Sakurita |
-De
verdad que lo sentimos, Kurogane- habló de nuevo Sakura.
-No
era nuestra intención que te pasara eso- Chii se entristecía.
-No
te preocupes, Chii, Seguro que a Kurogane le ha parecido un detalle precioso-
el vampiro se aproximó a la chica con aspecto conciliador y encantador. Ryhuo
lo mató con la mirada.
El paciente bramó algunas palabras, y puesto que tenía la cara
completamente cubierta nadie pudo descifrar aquello.
* *
*
Los pétalos se ondeaban, bailando con la
gracilidad del viento. Dicha brisa refrescaba la sudorosa frente. Pensaba en su
amada, mientras observaba el techo blanco de la habitación, le pareció verla
allí con él. Para su disgusto su relax se vio truncado por Primera acompañada
de su queridísimo Shougo. Esta portaba en su regazo lo que parecía un regalo,
con la intención de ver más animada la estancia de Kurogane en la habitación, se
acordó de lo que su madre hacía por ella cuando esta era pequeña.
-¡Por
eso creo que así estarás mucho mejor!- dijo la chica saliendo de la habitación
con su acompañante y una pistola de lentejuelas rosas en las manos.
Pasados unos minutos entraron Kamui y Subaru,
quienes horrorizados por la excesiva cantidad de brillos rosas, comenzaron a derribar
lentejuelas. Al ver el destrozo se escabulleron sin más.
-¡Ey! ¿Qué tal estás Kurogane?- Tôya y Yukito habían entrado en el
dormitorio, y con los pelos de punta prosiguió- ¡Si te estás preparando para
Halloween, sí que vas a estar espantoso!
-Lo que mi primo quiere decir- le dio un codazo a Tôya- ¿qué te ha
pasado?
Kurogane intentó explicar todo lo
sucedido pero debido a la rigidez que habían alcanzado las vendas, ni si quiera pudo
moverse.
-¡Kuropachucho no puede hacer nada debe descansar! Pero Mokona os
contará la historia.
-Ya entiendo. Alérgico a los tulipanes, atacado por millones de
lentejuelas y saqueado por parte del Trío Calavera- afirmó Tôya.
-¡Que te mejores, Kurogane! Y disculpa las molestias- argumentó Yukito
con una bolsa de hacer deporte cargada al hombro.
-¡Tenemos un importante partido entre universidades al que no
podemos faltar!- Tôya arrastró a su primo fuera de la habitación. Mientras Kurogane
maldecía su dichosa suerte. Él se había estado preparando para ese partido hasta
entrada la mañana, por eso se había resfriado, por no estar lo suficientemente
resguardado del frío nocturno.
*
* *
En la hora de la cena. La chica se
percataba de coger suficientes provisiones para varios meses (bajo su punto de
vista). Todos sus compañeros la miraban, algunos con miedo, otros comprensivos.
Con disimulo metió toda la comida en bolsas, y estas a su vez las escondió
entre sus ropas.
Tras subir las escaleras de los cinco
pisos, giró en dirección a la última habitación del pasillo con forma de “U”. Abrió
la puerta con alegría.
Se oyó un grito que atravesó y retumbó
por todo el campus. Primera, Kamui y Subaru, inconscientemente intentaron
esconderse.
Mientras en la habitación, Tomoyo corría
junto a Kurogane, el cual estaba muy limitado.
-¡Kurogane!- Tomoyo se deshacía de los restos de purpurina y
lentejuelas, al mismo tiempo que intentaba descubrir como la cama podía estar
tan desgarrada. Atinó a quitarle la venda de la boca y el enfermo contó todo lo
ocurrido.
La joven se presentó en el comedor de
nuevo. Vislumbró entre la multitud a los tres que buscaba.
Devuelta en la habitación, Tomoyo le
daba de comer a Kurogane, volviéndose la escena rosa, al tiempo que por la
ventana se cercioraba de que Kamui, Subaru y Primera corrieran alrededor del
edificio tal y como había hecho aquella mañana.
-¡Cómo os vea parar, daréis 20 vueltas más!
*
* *
-Si queréis mi consejo: No os resfriéis- os dice Kurogane.
-Con los cambios de temperatura, será mejor que toméis mucha
vitamina C, para que no me hagáis desplazarme tanto por el campus- recomienda Fye.
-¡Oye estaba usando yo la voz en off!
-¡Ya pero el médico soy yo! ¿No?
-¡Pero si nunca has estudiado medicina!
-¡Eso ya lo sé! ¡Si no lo supiera qué tipo de médico falo sería!
-¡Kurorín machote!
-¡Shaoran todavía me tienes que responder!
-¡Los tulipanes quedan mucho mejor azules, como los ojos de Fye!
-¿Sakura? Mejor te lo digo a solas.
-¡He oído la voz de mi amada Chii!
-¡Perdón! ¡Perdón! Yukito y yo queremos deciros una cosa…¡Hemos
ganado!
-¡¡Bien!!
-¡¿Pero se puede saber por qué os habéis metido todos aquí?!
¡Venga todos fuera! ¡Hasta pronto amigos!- se despide Kurogane.
2 comentarios:
Esperamos que os guste la nueva entrada!!
Perdonad las tardanzas nuestra Chii está preparando un viaje a américa para un par de semanas por lo que esta tarde subirá el próximo capitulo
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