Otro día comenzaba en la Universidad de la Luna Roja, también
conocida como Tsuki Akai University (TAU). El resplandor azulado que
centelleaba del cabello oscuro, se hacía visible al incidir los rayos de luz de
la mañana. En sus manos portaba una bandeja de tortitas recién hechas, té con
leche y un par de piezas de fruta. La suela de goma de las zapatillas de andar
por casa, chirriaban ligeramente.
Giró a la derecha tras subir los últimos peldaños. La puerta
de la sala común estaba entreabierta. Con cuidado, sin derramar las bebidas, la
chica atravesó el umbral y colocó la bandeja en la mesita de café bordeada de
sofás. Junto a la ventana, como una escultura, se encontraba su cita. El joven
observaba el huracanado viento que atraía tormenta por la ventana con
melancolía.
-¿Qué te ocurre?- dijo ella cogiéndole de la mano.
-Solo recordaba- le devolvió la caricia.
-¿Y qué era?- insistía la muchacha con expectación.
-Nunca antes había sido tan feliz- sonreía al mismo tiempo
que le acariciaba el dorso de la mano a su chica- Ahora no tengo que estar
preocupándome todo el tiempo de mi hermana o de mi padre…desde que mi madre
falleció todo ha sido un caos. Me tuve que hacer cargo de la casa, trabajar por
las tardes para dar apoyo económico, cuidar de mi hermana…- hizo una pausa en
la que volvió a centrar su mirada en la muchacha- Aunque no cambiaría nada de
mi pasado, porque sino, no te hubiera conocido.- La pareja se besó
apasionadamente.
-Tôya…-comenzó ella de nuevo, una vez que estuvieron ambos
sentados en el sofá- No te lo había preguntado antes, ya que sabía la
respuesta…pero tu tristeza se incrementó tras la marcha de aquella profesora
¿verdad?
-¿Te refieres a Kaho Mitsuki?- el joven estaba muy
impresionado ante aquello.
-Sí- ella se miraba las manos vacías- Puede que ella te
hiciera más feliz que yo, y que tú no sientas lo mismo por mi…pero quiero que
sepas que mi amor es verdadero y no te pienso abandonar como hizo ella- esto
último lo mencionó entre lágrimas de impotencia, ante el daño que él debió
pasar en el pasado, mientras lo miraba con las manos entrelazadas a las suyas.
-Hikari…- empezó este- Ya te lo he dicho antes, nunca he sido
tan feliz. No es solo porque mi hermana este a salvo o ya no tenga que
trabajar, ya que ahora soy el rey del país de Clow, sino también porque tú
llegaste a mi vida como una pequeña llama que me incendiaste por dentro- hubo
un ligero silencio en el que sus miradas se perdieron en la del otro navegando
hasta el alma- Se que te hs sentido confusa, al igual que yo, por todos los
pros y los contras pero ¿Quién soy yo para cuestionar al amor cuando llega con
la fuerza de un huracán?
-Tôya- Hikari nunca antes había escuchado lo que realmente
pensaba o sentía su novio (ya que pocas veces se abría de ese modo), era por
eso por lo que estaba tan sorprendida y emocionada de aquella afirmación.
* *
*
-¿Dónde están? ¿Dónde están?- decía Sakura mirando bajo la
cama.
-¿Qué busca prima?- Chii apareció de repente.
-¡Chii!...Esto…pues…un libro.
-¿Un libro?
-¡Sí, exacto!
-¿Y cómo es?
-A ver… la cubierta es rojiza y tiene grabados un sol y una
luna en ella…
-¿Cómo este?- Chii sacó de debajo de su almohada el libro
donde se guardaban las cartas Clow.
-¡¡Sí, ese es!!- emocionada lo abrió- Chii ¿Dónde está lo que
había dentro?
-¿El montó de cartas del tarot?
-Sí…el montó de cartas del tarot…- no estaba muy conforme con
el termino que su prima había usado pero no tenía tiempo para explicárselo
todo.
-Se lo di a Ryhuo, a mi no me servían.
By Sakurita |
-¡¿Qué?!- Sakura cayó de rodillas.
-¿Qué te pasa primita?- preguntó la chica extrañada.
-¡¡Tengo que recuperarlas!!- y salió del dormitorio a todo
gas.
Por el pasillo se tropezó con
Shaoran, quien iba también en pijama, y ambos cayeron al suelo.
-Sakura, mira por dónde vas.
-¡¡Shaoran, Chii ha extraviado las cartas Clow!!
By Sakurita |
-¡¿Qué?!- la muchacha obtuvo la misma respuesta que ella
había dado hace cuestión de minutos- ¿Dónde?
-Dice que se las dio a Ryhuo- el joven comenzó a ponerse
blanco-¡¡Shaoran!! ¡Vamos reacciona, no es momento para desmayarse!
-Pues corramos a recuperarlas- dijo mientras le tendía una
mano (y volvía en sí) a la joven para levantarla.
* *
*
-Pues veréis…
Estuvieron paseando bajo la sombra de
los cerezos, de manera casi mágica se sentía el magnetismo existente entre
ambos. Un rosado rubor cruzaba el rostro de ella, mientras que él rehuía de
manera educada el contacto con la piel de la muchacha. No sin más esfuerzo,
unos dedos tímidos se entrelazaron con una enorme palma. Provocando entre ambos
un acelerado y sordo eco proveniente de sus corazones. Fue entonces cuando del
cielo bajaron dos hermosos unicornios alados que los dejaron subir a lomos y
juntos cruzaron el magnífico arcoíris que el día les brindaba.
-¡Qué guay! ¡Sabía que los unicornios existían! ¿Ves Hikari?
-¡¡Chii, no me puedo creer que te lo hayas creído todo!!
-¿Y por qué no?
-Me alegro mucho de que tu cita a ciegas saliera tal y como
lo planeamos, Tomoyo…pero dime ¿le dijiste lo que sentías?
-¿Tenía que hacerlo?- las chicas se cayeron despaldas ante la
respuesta de esta última- pensé que estaba claro…
Mientras en otro habitación.
-¡Hey, Kuroligoncete! ¿Cómo te fue ayer en la cita con
Tomoyo?- preguntaba Fye con su inconfundible buen humor.
-No fue una cita- continuó vistiéndose haciendo caso omiso a
los comentarios- Solo dimos un paseo y nos sentamos a hablar en la fuente.
-¡¡Fiuu!! ¡Donde van los enamorados!- reía el rubio.
-¡Enamorados! ¡Enamorados!- repitió Mokona que estaba apoyada
en el hombro de Fye.
-¡¿Por qué siempre andas
molestando con este merluzo, eh?!- les gritó malhumorado.
Pero en su interior estaba realmente
agradecido de aquella tarde en compañía de su querida Tomoyo. Por eso sentía
que le debía un favor a Tôya, por lo que…
* *
*
-¡Qué suerte que Ryhuo no las dispersara!- sonreía Sakura con
las cartas abrazadas junto a su pecho.
-¡Sí, después de todo fueron ellas las que nos unieron la
primera vez!- Shaoran tomó una de las manos de su novia entre las suyas y con
ojos tiernos, comenzaron a unir las cabezas.
De la sala común salió un enfurecido
joven, al tiempo que las chicas caminaban desde su dormitorio en dirección a
los baños.
-¡¿Qué es eso de que estas saliendo con el mocoso?!- le
espetó Tôya muy indignado.
-¡Hermano!- el corazón de Sakura dio un fuerte brinco al ver
como su hermano interrumpí de aquella forma la bonita escena.
By Sakuita |
-¡No tienes remedio!- continuó tras regalarle una mirada
envenenada al acompañante de su hermana- ¡Sigues siendo el monstro Sakuzzilla
que tiene debilidad por el niñato!!
-¡Primo eso no está bien!- le riñó Chii llegando a su altura.
By Sakurita |
-¡Mejor no te metas, Chiin-kong!
-¡Ay Tôya, por favor! No me digas que estás molestando de
nuevo a la pequeña Sakura y a mi hermana.
-¡¡Hermanito!!- Chii corrió a su encuentro.
-¡Ya está, ya está!- le acarició la cabeza dulcemente- ¿Qué
hay de malo en que se gusten?
-Pues la verdad…¡¡Yuki!! Esta conversación ya la hemos tenido
un millón de veces.
By Sakurita |
-Sí, lo se, pero piensa que Shaoran puede ser la persona más
especial para Sakura- la chica se ruborizó al intercambiar una mirada con el
aludido- Y viceversa- Shaoran correspondió al rubor de la chica con otro
similar.- Al igual que lo será Hikari para ti- señaló a la muchacha que estaba
detrás del moreno, la cual tenía un brillo típico de cuando estaba realmente
emocionada.
Los gemelos vampiros iban debatiendo
su próxima trastada, cuando toparon con la escena del pasillo. Kamui la
observaba analizando lo sucedido intentando adivinar qué había pasado. Se
percató del enfado de Chii, de la ilusión
que desprendía Hikari como atmosfera permanente, de la atolondrada de
Tomoyo, de la mirada acusadora de Tôya hacia Shaoran, de Yukito intentando
mediar entre ambos y del rubor de una joven que le ponía ojos tiernos a su
correspondido.
-Aquí o hay nada que ver- dijo molesto, al tiempo que
atravesaba por el medio para llegar a los escalones, dejando a su hermano
arriba.
* *
*
La situación se había calmado
ligeramente por lo que tras la entrada repentina del vampiro, el peculiar grupo
se percató de la hora y decidió correr al asearse para no llegar tarde a la
primera clase.
Shaoran, recogiendo sus últimos
libros, pensaba en lo acontecido aquella mañana.
-¡No me puedo creer, que esté volviendo a suceder!- profirió
en voz alta molesto.
-¿A qué te refieres?- preguntó Ryhuo, quien se encontraba
para sorpresa de su compañero en el dormitorio.
-Pues…hace ya mucho de eso pero…la primera vez que me iba a
declarar a Sakura…tuve que hacer varios intentos- se resignó él recordando
cuando ambos asistían a la escuela primaria de Tomoeda.
-¿Y eso por qué?
-Siempre me interrumpían- aclaró encogiéndose de hombros-
Luego tuve que esperar cuatro meses para saber la respuesta de ella.
-¡¿Cuatro meses?!- interrumpió a su amigo.
-Me marché a Hong Kong- respiró hondo- Y aún así, cuando
regresé a Japón, también tuvimos dificultades para estar juntos- revivió cada
día desde que la chica había perdido la memoria junto con aquellas plumas tan
bellas, y todo lo que tuvieron que pasar hasta recuperarlas- No me extraña que
ahora…
-¡¿Qué ahora?! ¡Vamos
no me vayas a dejar con la intriga como en los culebrones!- Ryhuo se
había sentado en la silla con un paquete de pañuelos encima de una pierna y en
la otra un cuenco lleno de palomitas.
-…Nunca llegue ese beso…- concluyó entristecido.
* *
*
Las primeras clases de la mañana
habían finalizado sin demasiados sobresaltos. Los alumnos de la universidad
caminaban en dirección al gran comedor. Una vez hallaron una mesa libre, por
grupitos fueron a recoger la comida que todos los días los Chef y los alumnos
en prácticas de turismo, que habían escogido la especialidad de cocina,
preparaban gustosamente.
-El menú del día es pescado asado, arroz y bombones helados-
leía Kurogane desde la distancia.
-¡¿Has dicho PESCADO ASADO?!- Yukito nadaba en un amar de
alegría.
-¿Y a este que le pasa?- preguntaba el espadachín señalando a
Yukito.
-Le encanta el pescado asado- aclaró Tôya- Gracias por la
información de esta mañana, Kurogane, sino fuera por ti no me hubiera enterado
de lo de mi hermana y el mocoso.
-No fue nada- intentó no hacer un drama de aquello.
-¡Es que no lo aguanto!
-Tôya no empieces…
-No puedo Yuki, me intenta arrebatar aquello que llevo tanto
tiempo protegiendo- la mirada del joven no se apartaba de la nuca de Shaoran.
-Me está volviendo a mirar ¿verdad?- el chico notaba la forma
en la cual lo estaba petrificando Tôya.
-Sí- concluyó Sakura incómoda.
Todos tomaron asiento con sus
respectivas parejas en la larga mesa rectangular. Se respiraba en el ambiente
un ligero resquicio de lo sucedido, todavía.
-¡¡No puedo más!!- Tôya se había levantado acompañado de un
fuerte manotazo en la superficie de la mesa- ¡¡No eres merecedor de mi
hermana!!
-¿Y eso quien lo dice?- contestó Shaoran realmente molesto,
después de todo él era quien la había mantenido con vida todo este tiempo
atrás.
-¡Mocoso mal criado!- cogió el cuenco de arroz y se lo lanzó
como respuesta.
Con la cara llena de arroz, Shaoran
contraatacó lanzándole los restos de pescado que le quedaban en el plato,
salpicando de comida a Hikari.
-¡Eh! Con mi hermana no te metas- Tomoyo entró en cólera,
cogió su bandeja y la lanzó con maestría en dirección al muchacho, quien por
fortuna la esquivó sin complicaciones.
-Tomoyo, déjamelo a mí- Kurogane se había puesto en pie tras
recibir un bolazo (de bol) por pate de Fye, ya que a este le había parecido
gracioso gastarle la broma a su igual.
Poco a poco los estudiantes de la
mesa se fueron incluyendo a la pelea. Finalmente todo el comedor, a
excepción de las chicas (Sakura, Tomoyo,
Hikari y Chii) y Yukito, que seguía comiendo con su peculiar forma,
permanecieron sentados.
Un bol de arroz voló en dirección a
la mesa, aterrizando en la bandeja de Yukito, echando a perder su comida. El
comedor entero se quedó quieto observando al muchacho.
El cielo que había amanecido
lluvioso, se empeoró repentinamente. Aparecieron unos fuertes relámpagos, y un
viento huracanado azotaba el edificio del comedor. Las ventanas se abrieron
dejando paso a las frías ráfagas de aire. Yukito se levantó con las manos
apoyadas a los laterales de la bandeja y la cabeza gacha. Mostraba su sonrisa
angelical justo antes de dejar salir a su terrible segunda personalidad
malhumorada.
-¡¿Quién ha sido el miserable personaje que ha destrozado mi
comida?!- la voz sumamente gutural y el nuevo tamaño del joven, eran realmente
amedrentadores.
Como si de un gigante asesino se
tratase, comenzó a perseguir a toda la trupe que corría despavorida por la
sala. Por fortuna del misterioso culpable que había enfadado a Yukito el
profesor Clow y la profesora Yuuko, aparecieron.
Con ayuda de su magia pudieron
mantener la situación controlada y devolverle la normalidad al furioso Yukito
quien detestaba su doble personalidad maligna. Como castigo, todos los que
participaron en la pelea de comida tuvieron que limpiar la sala.
-¡Oye enano!- comenzó Tôya- Tienes valor y te has esforzado
mucho en regresar a la normalidad a mi hermana…gracias- con la boca chica
pronunció la última parte de su discurso.
Hikari quien se encontraba
presenciando la escena (ya que ella le había insistido a su chico para que
perdonara a Shaoran) se había emocionado.
-Se que lo único que te preocupa más que tú mismo es Sakura-
sonrió ladeando las comisuras- por lo que te prometo que nunca la pienso dejar
desprotegida- las palabras salían directas del corazón de Shaoran.
-Lo se, pero a partir de ahora nos tendremos que picar en
otra cosa- dijo agarrando al chaval y rascando con los nudillos su cabeza.
-¡¿Y qué tal a las anillas?!- intentaba soltarse Shaoran.
* *
*
Mientras fuera. Un joven de cabello
negro como la noche, miraba la nada apoyado en un árbol.
-Hola.
-Hola, Sakura- le contestó.
-Te he visto mal y había pensado…
-No hace falta- la cortó tajante.
-Pero Kamui, no quiero que estés triste- la chica le mostraba
una de sus mejores sonrisas.
-¿No me odias?
-¡Claro que no! Solo eres un poco irritante de vez en
cuando…pero eres muy buen chico.
-Quiero hacerte una pregunta.
-Dime.
-¿Me ves atractivo?
-¡Menuda pregunta es esa!
-Eso significa que no…ya veo.
-¡No! Es decir, sí. Si que te veo atractivo, Kamui.
-¿De verdad?
-¡Claro que sí! Mírate tienes un imán para las chicas.
-Si eso fuera cierto…- se incorporó yendo en dirección a
ella- la única que me importa me correspondería.
-Puede que no lo sepa todavía…No te desanimes, solo tienes
que ser más perseverante, y verás como al final será tuya.
-¿Lo crees?
-¡Claro!
-Sakura eres la mejor- y la abrazó con ganas.
-Me alegro que hablar conmigo alivie tu carga- dijo ella
devolviéndole el abrazo a su amigo.
* *
*
-¡¡Puuu!! Hola amigos ¿Queréis que os cuente un secretito?
Veréis, uno de los talentos super secretos de Mokona es averiguar lo que he
llamado: ¡La Super Mega Lista de Estados de Enfados por Mokona!
-¿Y no es un poco largo ese nombre?
-¿Tú crees, Kero?
-Eso me temo…
-No importa, continúo. Mokona ha hecho esta lista para
ayudaros a comprender las distintas etapas que se pueden alcanzar:
Lista de las Chicas:
|
Lista de los Chicos
|
Chii -> leve
|
Yukito 1º
personalidad-> leve
|
Hikari-> molestia
|
Shaoran-> molestia
|
Sakura-> enfado
|
Tôya-> enfado
|
Primera-> cabreo
|
Kurogane-> cabreo
|
Tomoyo-> destroyer
(mayor rango)
|
Fye-> terminator
|
Yukito 2º
personalidad-> destroyer
|
-¡¿Por qué a mí me toca el cabreo?! Bola con patas.
-Vaya, Kurorín si te va que ni pintado.
-¡¡Yo no soy Tomoyo destroyer!!
-¿Tan inofensivo soy que me habéis puesto molestia?
-¡Pues yo creo que debería estar en el número uno de todas
las listas, por eso me llamo Primera!
-A Chiin-Kong le va estupendamente…
-¡¡Hermanito!!
-¡Ya está, ya está!
-¡¡¡Puuu!!! Que este era mi espacio. ¡Super aspiración!
-¡¡Noo Mokonaaaaa!!
-¡Que linda eres!
-¡¡Mokona no es linda!! ¡Super aspiración! Ya estamos solos
de nuevo, amigos. Esperamos que os haya gustado este capítulo. ¡¡Mokona Modoki,
Modoki, Doki!!
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