miércoles, 3 de octubre de 2012

Capítulo 15: Pensamientos, deseos y conflictos.


Otro día comenzaba en la Universidad de la Luna Roja, también conocida como Tsuki Akai University (TAU). El resplandor azulado que centelleaba del cabello oscuro, se hacía visible al incidir los rayos de luz de la mañana. En sus manos portaba una bandeja de tortitas recién hechas, té con leche y un par de piezas de fruta. La suela de goma de las zapatillas de andar por casa, chirriaban ligeramente.
Giró a la derecha tras subir los últimos peldaños. La puerta de la sala común estaba entreabierta. Con cuidado, sin derramar las bebidas, la chica atravesó el umbral y colocó la bandeja en la mesita de café bordeada de sofás. Junto a la ventana, como una escultura, se encontraba su cita. El joven observaba el huracanado viento que atraía tormenta por la ventana con melancolía.
-¿Qué te ocurre?- dijo ella cogiéndole de la mano.
-Solo recordaba- le devolvió la caricia.
-¿Y qué era?- insistía la muchacha con expectación.
-Nunca antes había sido tan feliz- sonreía al mismo tiempo que le acariciaba el dorso de la mano a su chica- Ahora no tengo que estar preocupándome todo el tiempo de mi hermana o de mi padre…desde que mi madre falleció todo ha sido un caos. Me tuve que hacer cargo de la casa, trabajar por las tardes para dar apoyo económico, cuidar de mi hermana…- hizo una pausa en la que volvió a centrar su mirada en la muchacha- Aunque no cambiaría nada de mi pasado, porque sino, no te hubiera conocido.- La pareja se besó apasionadamente.
-Tôya…-comenzó ella de nuevo, una vez que estuvieron ambos sentados en el sofá- No te lo había preguntado antes, ya que sabía la respuesta…pero tu tristeza se incrementó tras la marcha de aquella profesora ¿verdad?
-¿Te refieres a Kaho Mitsuki?- el joven estaba muy impresionado ante aquello.
-Sí- ella se miraba las manos vacías- Puede que ella te hiciera más feliz que yo, y que tú no sientas lo mismo por mi…pero quiero que sepas que mi amor es verdadero y no te pienso abandonar como hizo ella- esto último lo mencionó entre lágrimas de impotencia, ante el daño que él debió pasar en el pasado, mientras lo miraba con las manos entrelazadas a las suyas.
-Hikari…- empezó este- Ya te lo he dicho antes, nunca he sido tan feliz. No es solo porque mi hermana este a salvo o ya no tenga que trabajar, ya que ahora soy el rey del país de Clow, sino también porque tú llegaste a mi vida como una pequeña llama que me incendiaste por dentro- hubo un ligero silencio en el que sus miradas se perdieron en la del otro navegando hasta el alma- Se que te hs sentido confusa, al igual que yo, por todos los pros y los contras pero ¿Quién soy yo para cuestionar al amor cuando llega con la fuerza de un huracán?
-Tôya- Hikari nunca antes había escuchado lo que realmente pensaba o sentía su novio (ya que pocas veces se abría de ese modo), era por eso por lo que estaba tan sorprendida y emocionada de aquella afirmación.
*       *       *
-¿Dónde están? ¿Dónde están?- decía Sakura mirando bajo la cama.
-¿Qué busca prima?- Chii apareció de repente.
-¡Chii!...Esto…pues…un libro.
-¿Un libro?
-¡Sí, exacto!
-¿Y cómo es?
-A ver… la cubierta es rojiza y tiene grabados un sol y una luna en ella…
-¿Cómo este?- Chii sacó de debajo de su almohada el libro donde se guardaban las cartas Clow.
-¡¡Sí, ese es!!- emocionada lo abrió- Chii ¿Dónde está lo que había dentro?
-¿El montó de cartas del tarot?
-Sí…el montó de cartas del tarot…- no estaba muy conforme con el termino que su prima había usado pero no tenía tiempo para explicárselo todo.
-Se lo di a Ryhuo, a mi no me servían.
By Sakurita
-¡¿Qué?!- Sakura cayó de rodillas.
-¿Qué te pasa primita?- preguntó la chica extrañada.
-¡¡Tengo que recuperarlas!!- y salió del dormitorio a todo gas.
Por el pasillo se tropezó con Shaoran, quien iba también en pijama, y ambos cayeron al suelo.
-Sakura, mira por dónde vas.
-¡¡Shaoran, Chii ha extraviado las cartas Clow!!
By Sakurita
-¡¿Qué?!- la muchacha obtuvo la misma respuesta que ella había dado hace cuestión de minutos- ¿Dónde?
-Dice que se las dio a Ryhuo- el joven comenzó a ponerse blanco-¡¡Shaoran!! ¡Vamos reacciona, no es momento para desmayarse!
-Pues corramos a recuperarlas- dijo mientras le tendía una mano (y volvía en sí) a la joven para levantarla.
*       *       *
-Pues veréis…
Estuvieron paseando bajo la sombra de los cerezos, de manera casi mágica se sentía el magnetismo existente entre ambos. Un rosado rubor cruzaba el rostro de ella, mientras que él rehuía de manera educada el contacto con la piel de la muchacha. No sin más esfuerzo, unos dedos tímidos se entrelazaron con una enorme palma. Provocando entre ambos un acelerado y sordo eco proveniente de sus corazones. Fue entonces cuando del cielo bajaron dos hermosos unicornios alados que los dejaron subir a lomos y juntos cruzaron el magnífico arcoíris que el día les brindaba.
-¡Qué guay! ¡Sabía que los unicornios existían! ¿Ves Hikari?
-¡¡Chii, no me puedo creer que te lo hayas creído todo!!
-¿Y por qué no?
-Me alegro mucho de que tu cita a ciegas saliera tal y como lo planeamos, Tomoyo…pero dime ¿le dijiste lo que sentías?
-¿Tenía que hacerlo?- las chicas se cayeron despaldas ante la respuesta de esta última- pensé que estaba claro…
Mientras en otro habitación.
-¡Hey, Kuroligoncete! ¿Cómo te fue ayer en la cita con Tomoyo?- preguntaba Fye con su inconfundible buen humor.
-No fue una cita- continuó vistiéndose haciendo caso omiso a los comentarios- Solo dimos un paseo y nos sentamos a hablar en la fuente.
-¡¡Fiuu!! ¡Donde van los enamorados!- reía el rubio.
-¡Enamorados! ¡Enamorados!- repitió Mokona que estaba apoyada en el hombro de Fye.
-¡¿Por qué  siempre andas molestando con este merluzo, eh?!- les gritó malhumorado.
Pero en su interior estaba realmente agradecido de aquella tarde en compañía de su querida Tomoyo. Por eso sentía que le debía un favor a Tôya, por lo que…
*       *       *
-¡Qué suerte que Ryhuo no las dispersara!- sonreía Sakura con las cartas abrazadas junto a su pecho.
-¡Sí, después de todo fueron ellas las que nos unieron la primera vez!- Shaoran tomó una de las manos de su novia entre las suyas y con ojos tiernos, comenzaron a unir las cabezas.
De la sala común salió un enfurecido joven, al tiempo que las chicas caminaban desde su dormitorio en dirección a los baños.
-¡¿Qué es eso de que estas saliendo con el mocoso?!- le espetó Tôya muy indignado.
-¡Hermano!- el corazón de Sakura dio un fuerte brinco al ver como su hermano interrumpí de aquella forma la bonita escena.
By Sakuita
-¡No tienes remedio!- continuó tras regalarle una mirada envenenada al acompañante de su hermana- ¡Sigues siendo el monstro Sakuzzilla que tiene debilidad por el niñato!!
-¡Primo eso no está bien!- le riñó Chii llegando a su altura.
By Sakurita
-¡Mejor no te metas, Chiin-kong!
-¡Ay Tôya, por favor! No me digas que estás molestando de nuevo a la pequeña Sakura y a mi hermana.
-¡¡Hermanito!!- Chii corrió a su encuentro.
-¡Ya está, ya está!- le acarició la cabeza dulcemente- ¿Qué hay de malo en que se gusten?
-Pues la verdad…¡¡Yuki!! Esta conversación ya la hemos tenido un millón de veces.
By Sakurita
-Sí, lo se, pero piensa que Shaoran puede ser la persona más especial para Sakura- la chica se ruborizó al intercambiar una mirada con el aludido- Y viceversa- Shaoran correspondió al rubor de la chica con otro similar.- Al igual que lo será Hikari para ti- señaló a la muchacha que estaba detrás del moreno, la cual tenía un brillo típico de cuando estaba realmente emocionada.
Los gemelos vampiros iban debatiendo su próxima trastada, cuando toparon con la escena del pasillo. Kamui la observaba analizando lo sucedido intentando adivinar qué había pasado. Se percató del enfado de Chii, de la ilusión  que desprendía Hikari como atmosfera permanente, de la atolondrada de Tomoyo, de la mirada acusadora de Tôya hacia Shaoran, de Yukito intentando mediar entre ambos y del rubor de una joven que le ponía ojos tiernos a su correspondido.
-Aquí o hay nada que ver- dijo molesto, al tiempo que atravesaba por el medio para llegar a los escalones, dejando a su hermano arriba.
*       *       *
La situación se había calmado ligeramente por lo que tras la entrada repentina del vampiro, el peculiar grupo se percató de la hora y decidió correr al asearse para no llegar tarde a la primera clase.
Shaoran, recogiendo sus últimos libros, pensaba en lo acontecido aquella mañana.
-¡No me puedo creer, que esté volviendo a suceder!- profirió en voz alta molesto.
-¿A qué te refieres?- preguntó Ryhuo, quien se encontraba para sorpresa de su compañero en el dormitorio.
-Pues…hace ya mucho de eso pero…la primera vez que me iba a declarar a Sakura…tuve que hacer varios intentos- se resignó él recordando cuando ambos asistían a la escuela primaria de Tomoeda.
-¿Y eso por qué?
-Siempre me interrumpían- aclaró encogiéndose de hombros- Luego tuve que esperar cuatro meses para saber la respuesta de ella.
-¡¿Cuatro meses?!- interrumpió a su amigo.
-Me marché a Hong Kong- respiró hondo- Y aún así, cuando regresé a Japón, también tuvimos dificultades para estar juntos- revivió cada día desde que la chica había perdido la memoria junto con aquellas plumas tan bellas, y todo lo que tuvieron que pasar hasta recuperarlas- No me extraña que ahora…
-¡¿Qué ahora?! ¡Vamos  no me vayas a dejar con la intriga como en los culebrones!- Ryhuo se había sentado en la silla con un paquete de pañuelos encima de una pierna y en la otra un cuenco lleno de palomitas.
-…Nunca llegue ese beso…- concluyó entristecido.
*       *       *
Las primeras clases de la mañana habían finalizado sin demasiados sobresaltos. Los alumnos de la universidad caminaban en dirección al gran comedor. Una vez hallaron una mesa libre, por grupitos fueron a recoger la comida que todos los días los Chef y los alumnos en prácticas de turismo, que habían escogido la especialidad de cocina, preparaban gustosamente.
-El menú del día es pescado asado, arroz y bombones helados- leía Kurogane desde la distancia.
-¡¿Has dicho PESCADO ASADO?!- Yukito nadaba en un amar de alegría.
-¿Y a este que le pasa?- preguntaba el espadachín señalando a Yukito.
-Le encanta el pescado asado- aclaró Tôya- Gracias por la información de esta mañana, Kurogane, sino fuera por ti no me hubiera enterado de lo de mi hermana y el mocoso.
-No fue nada- intentó no hacer un drama de aquello.
-¡Es que no lo aguanto!
-Tôya no empieces…
-No puedo Yuki, me intenta arrebatar aquello que llevo tanto tiempo protegiendo- la mirada del joven no se apartaba de la nuca de Shaoran.
-Me está volviendo a mirar ¿verdad?- el chico notaba la forma en la cual lo estaba petrificando Tôya.
-Sí- concluyó Sakura incómoda.
Todos tomaron asiento con sus respectivas parejas en la larga mesa rectangular. Se respiraba en el ambiente un ligero resquicio de lo sucedido, todavía.
-¡¡No puedo más!!- Tôya se había levantado acompañado de un fuerte manotazo en la superficie de la mesa- ¡¡No eres merecedor de mi hermana!!
-¿Y eso quien lo dice?- contestó Shaoran realmente molesto, después de todo él era quien la había mantenido con vida todo este tiempo atrás.
-¡Mocoso mal criado!- cogió el cuenco de arroz y se lo lanzó como respuesta.
Con la cara llena de arroz, Shaoran contraatacó lanzándole los restos de pescado que le quedaban en el plato, salpicando de comida a Hikari.
-¡Eh! Con mi hermana no te metas- Tomoyo entró en cólera, cogió su bandeja y la lanzó con maestría en dirección al muchacho, quien por fortuna la esquivó sin complicaciones.
-Tomoyo, déjamelo a mí- Kurogane se había puesto en pie tras recibir un bolazo (de bol) por pate de Fye, ya que a este le había parecido gracioso gastarle la broma a su igual.
Poco a poco los estudiantes de la mesa se fueron incluyendo a la pelea. Finalmente todo el comedor, a excepción  de las chicas (Sakura, Tomoyo, Hikari y Chii) y Yukito, que seguía comiendo con su peculiar forma, permanecieron sentados.
Un bol de arroz voló en dirección a la mesa, aterrizando en la bandeja de Yukito, echando a perder su comida. El comedor entero se quedó quieto observando al muchacho.
El cielo que había amanecido lluvioso, se empeoró repentinamente. Aparecieron unos fuertes relámpagos, y un viento huracanado azotaba el edificio del comedor. Las ventanas se abrieron dejando paso a las frías ráfagas de aire. Yukito se levantó con las manos apoyadas a los laterales de la bandeja y la cabeza gacha. Mostraba su sonrisa angelical justo antes de dejar salir a su terrible segunda personalidad malhumorada.
-¡¿Quién ha sido el miserable personaje que ha destrozado mi comida?!- la voz sumamente gutural y el nuevo tamaño del joven, eran realmente amedrentadores.
Como si de un gigante asesino se tratase, comenzó a perseguir a toda la trupe que corría despavorida por la sala. Por fortuna del misterioso culpable que había enfadado a Yukito el profesor Clow y la profesora Yuuko, aparecieron.
Con ayuda de su magia pudieron mantener la situación controlada y devolverle la normalidad al furioso Yukito quien detestaba su doble personalidad maligna. Como castigo, todos los que participaron en la pelea de comida tuvieron que limpiar la sala.
-¡Oye enano!- comenzó Tôya- Tienes valor y te has esforzado mucho en regresar a la normalidad a mi hermana…gracias- con la boca chica pronunció la última parte de su discurso.
Hikari quien se encontraba presenciando la escena (ya que ella le había insistido a su chico para que perdonara a Shaoran) se había emocionado.
-Se que lo único que te preocupa más que tú mismo es Sakura- sonrió ladeando las comisuras- por lo que te prometo que nunca la pienso dejar desprotegida- las palabras salían directas del corazón de Shaoran.
-Lo se, pero a partir de ahora nos tendremos que picar en otra cosa- dijo agarrando al chaval y rascando con los nudillos su cabeza.
-¡¿Y qué tal a las anillas?!- intentaba soltarse Shaoran.
*       *       *
Mientras fuera. Un joven de cabello negro como la noche, miraba la nada apoyado en un árbol.
-Hola.
-Hola, Sakura- le contestó.
-Te he visto mal y había pensado…
-No hace falta- la cortó tajante.
-Pero Kamui, no quiero que estés triste- la chica le mostraba una de sus mejores sonrisas.
-¿No me odias?
-¡Claro que no! Solo eres un poco irritante de vez en cuando…pero eres muy buen chico.
-Quiero hacerte una pregunta.
-Dime.
-¿Me ves atractivo?
-¡Menuda pregunta es esa!
-Eso significa que no…ya veo.
-¡No! Es decir, sí. Si que te veo atractivo, Kamui.
-¿De verdad?
-¡Claro que sí! Mírate tienes un imán para las chicas.
-Si eso fuera cierto…- se incorporó yendo en dirección a ella- la única que me importa me correspondería.
-Puede que no lo sepa todavía…No te desanimes, solo tienes que ser más perseverante, y verás como al final será tuya.
-¿Lo crees?
-¡Claro!
-Sakura eres la mejor- y la abrazó con ganas.
-Me alegro que hablar conmigo alivie tu carga- dijo ella devolviéndole el abrazo a su amigo.
*       *       *
-¡¡Puuu!! Hola amigos ¿Queréis que os cuente un secretito? Veréis, uno de los talentos super secretos de Mokona es averiguar lo que he llamado: ¡La Super Mega Lista de Estados de Enfados por Mokona!
-¿Y no es un poco largo ese nombre?
-¿Tú crees, Kero?
-Eso me temo…
-No importa, continúo. Mokona ha hecho esta lista para ayudaros a comprender las distintas etapas que se pueden alcanzar:
Lista de las Chicas:
Lista de los Chicos
Chii -> leve
Yukito 1º personalidad-> leve
Hikari-> molestia
Shaoran-> molestia
Sakura-> enfado
Tôya-> enfado
Primera-> cabreo
Kurogane-> cabreo
Tomoyo-> destroyer (mayor rango)
Fye-> terminator

Yukito 2º personalidad-> destroyer
-¡¿Por qué a mí me toca el cabreo?! Bola con patas.
-Vaya, Kurorín si te va que ni pintado.
-¡¡Yo no soy Tomoyo destroyer!!
-¿Tan inofensivo soy que me habéis puesto molestia?
-¡Pues yo creo que debería estar en el número uno de todas las listas, por eso me llamo Primera!
-A Chiin-Kong le va estupendamente…
-¡¡Hermanito!!
-¡Ya está, ya está!
-¡¡¡Puuu!!! Que este era mi espacio. ¡Super aspiración!
-¡¡Noo Mokonaaaaa!!
-¡Que linda eres!
-¡¡Mokona no es linda!! ¡Super aspiración! Ya estamos solos de nuevo, amigos. Esperamos que os haya gustado este capítulo. ¡¡Mokona Modoki, Modoki, Doki!!









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