jueves, 18 de octubre de 2012

Capítulo 19: El partido entre universidades y otras cosas que se perdió Kurogane.


Había amanecido un sábado nublado y húmedo allí en la TAU. Las chicas agradecían sinceramente  los días como aquel, porque podían permitirse el lujo de no estudiar por la mañana. Se levantaron una hora más tarde de lo normal y, ya vestidas, bajaban a hacer su carrera matutina, antes de desayunar. Esta vez, era Subaru quien las acompañaba con Hikary y él cerrando la marcha y Primera y Tomoyo liderando, como siempre.
Después de unos minutos calentando antes de empezar, la gemela de ojos azules se percató de que el menor de los vampiros tenía el hombro ligeramente desencajado. Cuando le preguntó el joven se echó a reír, provocando que las otras se giraran a mirarle.
- Pues veréis- empezaron a hacerse visibles las ondas típicas de un flash-back.
“… Kamui y Subaru estaban sinceramente decepcionados de que Ryhuo no hubiera querido ayudarles con la broma y empezaban a pensar que quizá fuese culpa de Kurogane y sus consejos de hermano mayor, quien según ellos era una mala influencia. O quizá fuese porque Primera y Tomoyo lo habían "cambiado" demasiado. O quizá lo hacía porque estaba demasiado ocupado soñando con Chii. O vete tú a saber lo que se le pasaba por la cabeza al chico. El caso es que se había dado la vuelta y había seguido durmiendo.
Ellos se encogieron de hombros y salieron sin hacer ruido derechitos a la habitación de los de cuarto. Aunque ellos estaban en una año menos de carrera, eran mucho mayores que ellos, pero en proporción a la edad humana, tenían más o menos la misma edad. Se adentraron en la habitación a oscuras y se frotaron las manos viendo cómo todos dormían...
Fye fue el primero en despertarse al escuchar una risa contenida con su fino oído de vampiro. El rubio se incorporó, aún entre las brumas del sueño, y vio alrededor el patio principal de la universidad.
Fuuma lo miraba divertido y en chándal desde la escalera de la litera. El rubio miró a su alrededor y también se percató de que no solo la suya, sino que las literas de sus compañeros también estaban fuera, con ellos encima durmiendo plácidamente, y el grupo de habitaciones que le tocaba entrenar a Fuuma, que los miraban, divertidos. Al vampiro le llevó unos segundos comprender qué hacían a las cinco de la mañana fuera de la residencia, pero no tuvo que atar más que unos cuantos cabos. Sonrió, bajó la cabeza y comenzó a reírse también.

Tôya abrió los ojos y parpadeó, incrédulo al ver a Seishiro al lado de su cama mirando a Fye que se había asomado. Se notaba que no le tenía mucha simpatía. (Todos los fans de TRC sabéis por qué, para los que no lo hayan visto, los compadezco, la respuesta está en los shunraikis) En ese momento Yukito y Shogo abrieron los ojos y ellos también tardaron poco en darse cuenta de la situación. Kurogane ya se había despertado, pero se sentía algo cohibido al ver a las chicas que rodeaban también su cama y cuchicheaban entre ellas.
Todos se miraban entre sí, menos Fye que charlaba animadamente con Fuuma y, como movidos por un resorte, se levantaron todos a la vez y se dirigieron con paso firme al edificio (el rubio cortó la conversación y se unió a la marcha, divertido)...
Las chicas no necesitaban más explicaciones, el resto era pura rutina. Cuando Subaru terminó de contar lo ocurrido, ya llevaban un buen trecho recorrido y pasaban en ese momento por al lado de la fuente en la que Shaoran se declaró a Sakura. Las chicas repararon en ese detalle al ver que su amiga sonreía algo ruborizada.
Desde la copa de uno de los cerezos cercanos, dos jóvenes seguían con la mirada la marcha que corría por el campus, cada uno sumido en sus propias reflexiones. Uno de ellos tenía los ojos verdes anclados en el grupo y el otro los ojos negros que pasaban alternativamente del grupo a la fuente y de la fuente al grupo. Pareció comprender algo y no ocultó su irritación ante su amigo. Ryhuo se giró para mirarle y sonrió entendiéndole perfectamente.
Esa misma mañana, después de desayunar, Tomoyo trasteaba con algo en la sala común, algo cubierto con una sábana. Sakura y Chii entraron y se giraron a mirarla, intrigadas.
- ¿Qué haces, Tomie?- preguntó Chii llamándola por su mote.
- Es un secreto "tumboso"- respondió la otra, sin dejar lo que estaba haciendo.
- ¿Un qué?- se extrañó Sakura.
- Significa que me lo llevaría a la tumba- repuso la otra, muy digna.
- Entonces, ¿no nos lo vas a contar?- volvió a hablar la rubia.
- Sí, pero cuando estemos todos- dijo la otra dando por zanjado el asunto. En ese momento Kurogane y Fye entraron en la estancia, quejándose de sus respectivos exámenes. Yukito y Fye podían ser tan buenos amigos como Kurogane y Tôya, pero los mejores amigos no cambian por muchos cambios que tenga la historia.
Los chicos dejaron la conversación y saludaron a las presentes. Ellos también preguntaron por lo que andaba trasteando Tomoyo, pero la chica se negó a hablar, aunque estuvo a punto de decirlo cuando se lo pidió su espadachín, mantuvo la boca cerrada, por lo que se tiraron en el gran sofá que presidía la sala y que se encotraba en frente de la morena y la incógnita.
- ¿Estás cómodo?- preguntó Chii con algo de sarcasmo, ya que el vampiro había puesto las piernas encima de las de ella y estaba cómodamente repantingado. El otro asintió, contento y se estiró aún más. En ese momento entraron en la habitación el resto de los de la quinta planta, y ante la mirada de la segunda personalidad del hermano de Chii, Fye se sentó correctamente inmediatamente después. Mientras todos charlaban entre sí, Tomoyo tosió sonoramente. Había terminado lo-que-fuera que había estado haciendo y ahora estaba cogiendo un extremo de la sábana.
- ¿Recordáis, hace varios capítulos que Kurogane se puso malo? Pues yo grabé el partiod que se perdió y...- descorrió la sábana- por fin, después de mucho pedírselo a mi tutora, nos han dado esto. Todos lo miraron con la boca abierta. Se trataba de un televisor de dimensiones considerables, nuevecito y con un DVD.
- Y ahora, ¡por fin he terminado de grabar el vídeo del partido entre la TAU y la universidad Inazuma!
Todos miraron a la pantalla encendida, interesados y las chicas se hundieron en los asientos cuando Tomoyo le dio al botón del 'play'.
"... El partido entre universidades se celebraba aquella misma tarde y por simplificar: la cosa se había puesto verdaderamente chunga.
Tôya había adoptado el puesto de capitán ya que Kurogane no estaba en condiciones de hacerlo y miró preocupado a dos alumnos que se marchaban del equipo al carecer del mejor jugador y actual capitán.
Anque aún quedaban buenos jugadores, por suerte, Ryhuo y Tomoyo se ofrecieron a cubrir los puestos, y Fye apareció de repente con un libraco que era del tamaño de cuatro diccionarios y vestido con un pantalón pirata negro y una camiseta de rayas blancas y negras.
- ¡No os preocupéis, yo seré el árbitro!- dijo sonriendo ampliamente.
- Pero Fye, si tú nunca has sabido nada de fútbol...
- Lo sé, pero vengo preparado- repuso este muy seguro de sí mismo mostrando el macrolibro.
- ¡Y nosotras seremos las animadoras!
Primera y Hikary aparecieron con una amplia sonrisa, arrastrando a unas ruborizadas Sakura y Chii con ellas. Las cuatro vestían los cortos y muy sexys uniformes de las animadoras de la TAU y Hikary, Primera y Chii se habían recogido el pelo en dos coletas.
Los miembros del equipo contrario parecían muy seguros de sí mismos e intimidaban. Eran casi profesionales.
Fianmente comenzó el partido cuando Fye averiguó cómo se usaba el silbato, pero Ryhuo, vestido con una coraza y un casco de fútbol americano, cargó contra el delantero Axel Blaze, del equipo rival, tirándolo al suelo y arrebatándole el balón.  Fye, pasó las páginas del libro frenéticamente y, tras unos arduos minutos de búsqueda sacó la tarjeta amarilla.
- Creo que Ryhuo todavía no sabe exactamente a qué fútbol estamos jugando- le susurró Fuuma a Soma.
Mintras tanto, nuestras cuatro chicas, grabadas por Hikary, ya que Tomoyo estaba en el campo, animaban al equipo local.

Digamos que ganaron 3 a 2 porque en el último minuto Tomoyo le echó una de sus miradas espeluznantes y la doble personalidad de Yukito que ya les había dado muchos partidos, afloró. Entre los dos intimidaron al portero que prácticamente salió huyendo y gracias a eso ganaron el partido..."

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